Así fue... nuestra primera etapa de peregrinación

El domingo, 14 de abril de 2013, comenzaba nuestra peregrinación inaugural. Sobre las siete de la tarde llegaban los primeros peregrinos a Colomera, citados todos junto a la estatua que la Cofradía de la Virgen de la Cabeza de esta localidad dedico a Juan Alonso de Rivas. Los peregrinos eran recibidos por la Cofradía de Colomera con su presidente, Guillermo Valverde, al frente, además de ilustres romeros como el popular Ambrosio, que esta romería ha cumplido 50 años acompañando la Cofradía redoblando su tambor. 

Presentación de la Ruta

Una vez todos allí nos desplazamos a la Casa de la Cultura donde pasaríamos nuestra primera noche. En primer lugar se realizó una presentación de la Ruta en todos sus aspectos, como comenzó, evoluciona y que esperamos de la misma. Pasamos posteriormente por el Restaurante El Sindicato donde gracias a la Cofradía disfrutamos de una exquisita cena así como una estupenda velada, compartiendo momentos vividos junto a la Virgen de la Cabeza. Y cerca de la media noche volvíamos al que sería nuestro hogar durante esa primera noche. 

Rozando el alba era momento de despertarse, un despertar único que hemos vivido cada día de la ruta con el repicar de las campanas del Santuario como melodía. Junto a la Real Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Colomera acudíamos directamente a saludar a la Morenita en la iglesia de la Encarnación. Realizamos ante Ella la oración del peregrino y acudimos a la Plaza del Pastor, pasando por el Pub Lapsus donde recibimos el desayuno, gentileza tanto cena como desayuno de la Cofradía. En la Calle Virgen de la Cabeza fuimos recibidos por Justo Sánchez, alcalde de Colomera, compartimos allí Alcalde, Cofradía y Comisión unas palabras así como entregarle un pequeño recuerdo, además de agradecer una vez más a todos la colaboración recibida. 

A las nueve de la mañana, junto a Ambrosio, que nos acompañó con el sonido del redoblar de su tambor hasta la salida de Colomera y emprendimos por la sierra el caminar hacia el Santuario de la Virgen de la Cabeza, lejos aún ya que estaba a más de 150km, así que poníamos vista en Limones población granadina mucho más cercana a la que llegamos sobre las 12 de la mañana, hora perfecta, para en la iglesia de San Miguel rezar el Regina Coeli e interpretar el Himno a la Morenita. Tras unos minutos de conversación con las mujeres de la localidad nos dirigíamos hacia Mures, siguiente parada en el camino y ya en territorio jiennense, donde realizamos la comida y un pequeño descanso.

Después de ese pequeño sesteo entre sol y sombra volvíamos a lo nuestro, peregrinar hasta el Santuario de la Virgen de la Cabeza, pero con la mirada puesta en la ciudad de la Mota, Alcalá la Real. Tras una intensa tarde de calor y un puñado de kilómetros, incluso algún despiste que nos obligo a cruzar un río algo crecido y con bastante caudal, accedíamos a la localidad por el paraje de los Llanos. Para llegar así directamente a la Ermita de San Marcos, donde la Real Cofradía de la Virgen de la Cabeza de Alcalá la Real nos recibía con los brazos abiertos entre palmas y repique de campanas. 

Rezo en San Marcos, Alcalá la Real

Ante la imagen de la Morenita rezamos el primero de los Misterios Gloriosos y una vez más se interpretó "Morenita y Pequeñita" para compartir tras ello con la Cofradía unos momentos de convivencia y charla a cerca de la peregrinación el inicio lo que quedaba... Para a continuación tomar una más que relajante ducha y pasar una segunda noche de convivencia y unión en la Casa Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud de Alcalá, que gentilmente nos ofrecieron sus dependencias para pernoctar. 

Culminaba así nuestro primer día de ruta, donde ya quedó claro que se iba a formar un grupo consistente y con mucha unión entre los peregrinos. Todo por y para Ella.