Cuando abría la mañana y el roció aún no había terminado de caer, los peregrinos de María de la Cabeza ya estaban rezando en Mures, con ese recogimiento que nuestra madre nos inspira mirábamos al cielo para pedirle una vez más… Aliento para el camino, fe para nuestro recorrido interior y fuerza para todos los senderos que vendrán.
Teníamos por delante quince kilómetros en los que ella se volvería a ocupar de ir tallando nuestros corazones, momentos contemplativos, instantes de superación, kilómetros de hermandad que una vez más hacían tu peregrinación más ligera… Y como en aquella parábola de “las huellas en la arena” eras tú Señora quien nos llevaba en tus benditos brazos cuando el alma se venía abajo, cuando en nuestro examen de conciencia te necesitábamos más que nunca, más que siempre, más que cada día anterior, porque en cada amanecer necesitamos más de ti… Cuando nuestra vara marcaba tan solo un surco en la arena, era el de tu vara y tu cayado que como el de Dios padre nos sosegaba y nos sostenía…
No faltaban las alabanzas a nuestra Morena del alma… La dueña de nuestros corazones… La Emperatriz de los cielos que nuestros ojos atisban a ver en cada atardecer…
Y entre risas, rezos, cantes y gestos de cariño llegamos a Alcalá la Real… Donde la Santísima Virgen de las Mercedes Coronada nos esperaba en la iglesia de Santa María la Mayor para disfrutar de una eucaristía cargada de emoción y enjundia romera…
El sacerdote el padre Juan Ramón dejó que esta comisión preparase la función principal, y con mucha ilusión y sabor peregrino quisimos dejar nuestra huella…
Por ofrendas: cuerpo y sangre de Cristo, unas botas gastadas, una vara, manos abiertas y una hogaza de pan, como las que debió llevar Juan Alonso en sus largos caminos…
Peticiones por la iglesia, los romeros, los estragos de la crisis, la salud… y por nuestras madres…
Moniciones de entrada y salida con ese olor a jara y romero… Felices nos unimos en comunión como hermanos que antes de peregrinos son cristianos…
Un almuerzo especial nos esperaba… En el poníamos la firma a un sueño que comienza a hacerse realidad… Esta asociación, la que tantas horas de sueño ha quitado, tanto tiempo ha robado… Pero las cosas de Dios son así… Mientras que todo esto sucedía a mi mente solo venia una frase: DIOS NO ELIGE A LOS CAPACITADOS, EL CAPACITA A LOS ELEGIDOS…
Y con eso me quedo como final de la segunda etapa, con la esperanza de que nos capacites para que cada día nos acerquemos más a ser lo que tú esperas de nosotros… Mientras tanto y como siempre… HAZNOS BARRO NUEVO EN TUS MANOS!
En quince días volvemos a encontrarte en cada sonrisa, en cada abrazo, en cada mirada cargada de ternura…
Yolanda Beneito Soria
Comisión Devocional y Evangelizadora
Asociación Peregrina y Mariana "Tras los pasos de Juan Alonso"
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