Por excelencia y después de Andújar, la cofradía más antigua de cuantas han peregrinado a lo largo de los siglos al Santuario de Sierra Morena. Hablar de Arjona es hablar de la Virgen, por importancia y por justicia histórica, la primera hermandad filial de Andújar, habiendo incluso historiadores que se atreven a decir que es coetánea en tiempo a la Matriz andujareña.
Así fue en el orden procesional hasta bien entrado el siglo XVIII aunque ya en 1786 por un privilegio del Rey Carlos III, la cofradía de Colomera comienza a entrar junto con la de Andújar en el Santuario en la Romería por ser ésta la cuna del afortunado pastor Juan de Rivas, tiempos en donde a la Real Chancillería de Granada le interesaba que la Romería de Abril, de nuevo autorizada, no alcanzase el volumen de personas y cofradías que en años anteriores, con las consecuentes pendencias y alborotos que dicha concentración humana conllevaba. Así, a través de reales decretos se dedicó a fusionar cofradías, unas con otras como pasó por ejemplo y por pocos años con Arjonilla y Martos, y como así lo dispuso con Andújar y Colomera a la hora de hacer la entrada juntas en el cerro, y por ende ser “una sola” en todos los actos romeros del Santuario.
Arjona ya existía documentalmente en 1505 porque, y al igual que a la de Andújar, sus constituciones le son aprobadas en dicho año por el Obispo D. Alonso Suárez de la Fuente del Sauce. Otro dato a tener en cuenta y que demuestra de la gran antigüedad de ésta cofradía filial es que en 1555, debido al alcance y la notoriedad que la gran Romería de Abril estaba tomando y a la proliferación de nuevas cofradías en pueblos vecinos y en otros de provincias limítrofes, la cofradía de Andújar para evitar disputas entre las mismas se ve obligada a promover una “concordia”, asignando por razón de antigüedad un puesto en la procesión del cerro, habiendo por entonces en orden a la docena de cofradías que ya existían y asistían a la fiesta de Abril, correspondiéndole a la de Arjona el segundo lugar en el orden establecido desde entonces.
Antaño la Virgen salía a hombros de todas las cofradías asistentes por riguroso orden de antigüedad, esperando una tras otra corporación, en su lugar asignado en un rótulo con su bandera para portar las andas. Comenzaba la procesión en el interior del templo la Cofradía de Andújar y era ésta la que hacía la salida con la imagen de la Virgen, y justo después al comienzo de la calzada, cogía las andas Arjona y así sucesivamente, una tras otra por tramos que la cofradía Matriz andujareña disponía según el número de filiales asistentes todos los años a la Romería, número que hay que apuntar era variable pues no todos los años asistían desde sus pueblos todas las cofradías existentes haciendo muchas de ellas, cuando esto ocurría, fiesta en sus respectivas localidades de origen, como así sucedía por ejemplo con la cofradía extinta de Úbeda.
Arjona, que siempre tuvo un papel preponderante en ésta devoción, quiso disputar con Andújar la primacía de ésta en el cerro, alegando, mentalidades de entonces, que el pastor que descubrió la talla de la Virgen en el cerro trabajaba para un hacendado de Arjona y que por ende éste hecho, unido a la gran antigüedad de la cofradía arjonera, coetánea según sus afirmaciones a la de Andújar, originaban dicha reclamación para sus propios pareceres e intereses.
A tal grado de tensión se llegó en este asunto que entre 1720 y 1722 la cofradía de Arjona interpone un pleito por la primacía de ésta sobre la de Andújar en el cerro, ante el Obispo de Jaén. El pleito es fallado a favor de la Cofradía de Andújar por el Obispo el 30 de Junio de 1722 zanjando desde entonces ésta particular pendencia.
No se sabe muy bien a ciencia cierta el porque en su momento Arjona perdió el segundo puesto de antigüedad en la procesión, pero una de las hipótesis con más verosimilitud pudiera ser el hecho de que cuando la Real Chancillería de Granada en 1782 autoriza de nuevo la celebración de la Romería en el Cerro, Arjona no es de las primeras cofradías en aprobársele sus nuevas constituciones y reglas por la autoridad pertinente, unido además a que en el siglo XIX durante varios años, algunos dicen que por una peste equina, la cofradía dejó de asistir a la fiesta de Abril con la consiguiente pérdida de lugares en la procesión. El caso es que ya en 1862 cuando se produce en Andújar la visita regia de Isabel II y todas las cofradías forman para recibir en la ciudad, traída de su Santuario, a la sagrada imagen de la “Morenita”, Arjona ya no ocupa ese segundo lugar en el cortejo, en detrimento de otras filiales que la adelantan en varios puestos como por ejemplo Colomera, Martos, Alcalá la Real, Rute, por citar varios ejemplos.
Actualmente la Cofradía de Arjona es por orden en la procesión del Cerro la número 10, es decir la novena filial por el actual orden de antigüedad, aunque es de justicia decir que con documentación contrastada y el paso irrefutable de los siglos estamos hablando y con justicia de la PRIMERA COFRADÍA FILIAL de la Matriz andujareña.
Asisten regularmente a la Romería de Abril y a la festividad de la milagrosa Aparición de la Virgen en la noche del once al doce de Agosto, celebrando además en las vísperas de la Romería sus actividades lúdicas y demás cultos religiosos con gran esplendor y devoción por todo el pueblo de Arjona. Su fiesta principal se celebra el primer Domingo de Mayo, justo una semana después de la Romería en el cerro, siendo la Virgen portada en hombros por un valeroso cuerpo de Anderas en un bello trono de madera plateado queriendo hacer réplica del que actualmente existe en el Santuario de Sierra Morena. Durante la procesión se produce el tradicional encuentro de las cofradías locales de la Virgen de la Cabeza y la Alharilla con el tradicional “cruce de banderas” entre ellas.
Su sede canónica se encuentra en la parroquia de Santa María del Alcázar, y como curiosidad del lector decir y comentar que actualmente en Arjona hay tres imágenes de la Virgen de la Cabeza, una en el domicilio de los hermanos mayores, otra en una bella hornacina, en la confluencia de las calles “Reloj” y la de “Canalejas, la cual sirve de punto de partida de los peregrinos arjoneros en su camino al Cerro, y otra, que es titular de su cofradía filial, es procesionada actualmente el primer Domingo de Mayo encontrándose en la Iglesia de Santa María del Alcázar.
Por su historia, monumentalidad, sus calles, la belleza de su casco urbano, hospitalidad de sus gentes, exquisita gastronomía, pero sobre todo por la grandísima devoción acrisolada en su antiquísima hermandad filial, Arjona bien merece nuestra parada y un merecido descanso para seguir por la senda del afortunado Juan Alonso de Rivas, hasta llegar a su bendito Cerro de la Cabeza.
Pablo Mondéjar Expósito
Comisión de Historia
Asociación Mariana y Peregrina "Tras los pasos de Juan Alonso"
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