viernes, 22 de febrero de 2013

Martos (I) - Historia

Y llegamos a Martos... siguiente etapa de nuestro caminar, oficialmente pertenece a la comarca metropolitana de Jaén, aunque tradicionalmente se considera que forma parte de la comarca de la sierra Sur de Jaén Jaén. Popularmente Martos es conocida como la Ciudad de la Peña, al estar situada a las faldas de un peñón conocido como la «Peña de Martos».

Los orígenes de la ciudad se remontan a la prehistoria, con el desarrollo de los primeros asentamientos humanos en torno a la imponente peña que domina la ciudad, por este motivo, y la orografía accidentada del terreno, hace que el casco histórico esté compuesto por calles angostas, sinuosas y empinadas, mientras que los nuevos barrios buscan la llanura propia del valle del Guadalquivir hacia el oeste y suroeste de la ciudad. El casco histórico de Martos está declarado Bien de Interés Cultural, con la categoría de conjunto histórico-artístico.

Debido a la calidad y la gran cantidad de aceite de oliva que se produce en la ciudad, Martos es denominada habitualmente la «Cuna del olivar», y es considerada el primer productor de aceite de oliva del mundo, teniendo incluso una variedad propia de aceituna (marteña).




El siglo XVI fue sin duda uno de los principales puntos en el desarrollo de la villa. A este desarrollo contribuirán diferentes personalidades como el corregidor Pedro Aboz y Enríquez, el humanista Diego de Villalta y el arquitecto Francisco del Castillo "El Mozo". Este siglo supondrá una etapa de expansión económica, social y de estabilidad institucional. En referencia a la economía, se producirá una gran impronta agraria y ganadera, con dehesas, monte bajo, encinas, chaparros, quejidos, etc, todo esto unido a la trilogía mediterránea de la vid, cereal y olivo.

El arquitecto Francisco del Castillo "El Mozo", será sin duda uno de los materialistas de la transformación de la villa. En 1558 le será encargado la remodelación de la Fortaleza Baja o de la Villa. A esto le seguirán trabajos como la ampliación y remodelación de las iglesias de la Villa y de Santa Marta, así como la construcción de sus campanarios. Pero sin duda, su principal trabajo en la villa, será la construcción de los edificios civiles del Pilar de la Fuente Nueva, la hoy desaparecida Fuente de Neptuno, y el edificio de la Cárcel y Cabildo. La plaza de Santa Marta, con la Real Iglesia de Santa Marta, la Fuente de Neptuno, y la Cárcel y Cabildo, se configura como centro neurálgico de la villa. En torno a este centro surgen nuevas calles y barrios, y sobre todo, de la proliferación de numerosos conventos: Franciscanos, Clarisas, y Trinitarias, junto al Hospital de la Orden Mendicante de San Juan de Dios.


En el siglo XVII se produce la consolidación del desarrollo y expansión de la villa y de las órdenes religiosas. El crecimiento urbanístico de las casas-palacio y solariegas, se producirá en torno a las calles La Fuente y Las Huertas, condicionado por el arroyo de la Fuente de la Villa.

El conjunto histórico de Martos fue declarado Bien de Interés Cultural, según Resolución de 28 de julio de 2003 de la dirección general de bienes culturales, como muestra de sus importantes valores históricos, arquitectónicos, urbanos, paisajísticos, estéticos y sociales.


Destacan entre otros monumentos la Antigua Cárcel y Cabildo. Edificio construido en el siglo XVI por el arquitecto Francisco del Castillo. Es considerado como joya del manierismo andaluz, constituyendo una de las obras más emblemáticas e identificativas de la ciudad de Martos, y fue destinado al uso como cárcel y cabildo de la villa en el año 1557. Actualmente el edificio tiene uso público ya que es sede del ayuntamiento de Martos. También el Castillo de la Peña. Fortificación construida por la orden de Calatrava en el siglo XIV, aunque existen datos que constatan que en el lugar hubo fortificaciones anteriores que pertenecían a otras épocas. Está situada en la cima del peñón que le da nombre, a unos 1000 msnm, y a unos 250 m sobre la ciudad, y desgraciadamente tan solo se conservan algunas ruinas, manteniéndose su torre principal en un estado considerable. También otro castillo, concretamente el de la Villa. Fortaleza urbana construida por la orden de Calatrava, que junto con el castillo de la Peña compone una de las defensas más importantes que poseía la orden de Calatrava frente al reino de Granada. Se asienta sobre un cerro rocoso en el que en época íbero-romana se encontraba la acrópolis de la ciudad de Tucci, convertido en época islámica en un Hisn (castillo fortificado). Y por otra parte cabe destacar el recinto amurallado que rodeaba la villa, del que aún se conservan algunos fragmentos. Algunos de estos fragmentos tales como la torre almedina, torre del homenaje, torre albarrana, o el imponente «castillo de la Villa» se conservan en buen estado, tras recientes reconstrucciones.

Santuario María Stma de la Villa
No podemos olvidar también el Santuario de María Santísima de la Villa y su campanario. Templo en el que se venera a María Santísima de la Villa, la Labradora. La primera construcción de este edificio data los años inmediatamente posteriores a la conquista cristiana. En el siglo XVI fue totalmente reedificada por el arquitecto Francisco del Castillo, que fue enterrado en la misma. En la guerra civil el templo fue parcialmente destruido y quemado por el bando republicano y en la década de los cuarenta fue demolido y reconstruido sobre el mismo solar, en estilo neobarroco. En la cripta reposan los restos de los mártires de la guerra civil. Y por último la Real Iglesia Parroquial de Santa Marta, construcción levantada en el corazón de la vieja villa, sobre las ruinas de una mezquita árabe de 1219 como consecuencia de la conquista de la villa a los árabes por Fernando III de Castilla. La iglesia está consagrada a la patrona de la ciudad, Santa Marta, en ella se encuentran sepultados, según la tradición, los restos de los hermanos Carvajal, caballeros de la orden de Calatrava, que fueron ejecutados en Martos en 1312 por orden de Fernando IV el Emplazado, rey de Castilla y León. Junto a ella se levanta la capilla de Nuestro Padre Jesús Nazareno, construida durante el siglo XVII, decorada con frescos barrocos atribuidos a Antonio García Reinoso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario