miércoles, 4 de noviembre de 2015

IV Ruta del Pastor de Colomera - 4ª Etapa: Así fue

Foto: Manolo Aguilera
En Castillo de Locubin, siendo domingo día 1 de noviembre, festividad de todos los santos nos volvemos a reunir para escribir una nueva página en el libro de esta aventura.

Eran las 08:25 minutos cuando comenzamos a rezar en la ermita de Jesús Nazareno, todos nos abrazamos una vez más como comunidad cristiana que somos. Dispuestos a cumplir con las obras de misericordia que debíamos realizar en esta etapa:

Rezar por vivos y difuntos: Como cada etapa lo cumplimos antes de comenzar nuestro camino. Nos encomendamos a María de la Cabeza, dejamos en ella nuestras preocupaciones y desventuras, rezamos por los compañeros que por diversas circunstancias no nos pueden acompañar como ellos desearían y siempre terminamos abandonándonos en ti, que eres el centro de nuestra vida.

Enterrar a los muertos: En el cementerio de “Las Ventas del Carrizal” rezamos ante la tumba del “Santo Manuel”. Y recordamos a todos nuestros familiares y amigos que ya gozan de la romería celestial, nos embargó la emoción y muchas lágrimas se quedaron en aquel lugar.

Dar de comer al hambriento: Y así se hizo, mediante una donación de alimentos. A nuestra llegada a la iglesia del Carmen de Alcaudete sobre las 14:00 horas, hicimos entrega a Don Jose Antonio García Romero de una serie de alimentos que donaron nuestros peregrinos. Tras dejar frente a la Virgen de la Cabeza las donaciones don Jose Antonio nos dedicó unas palabras cargadas de optimismo, nos empujó a abandonarnos en María una vez más, nos transmitió sus ganas de seguir sembrando a cada paso y nos despidió con un fraternal abrazo.

La Cofradía de Alcaudete nos recibió en la puerta de la iglesia, compartió la “Salve” con nosotros y nos prestó su “Casa de Hermandad” para poder almorzar, desde aquí nuestra gratitud.

Nuestros peregrinos una vez más caminaron hacia ELLA a pesar que el camino fue duro, con un viento que te rasgaba la cara, pero a cada paso, la oración del romero te calentaba el alma, te ayuda a seguir y siempre siempre había una mano amiga dispuesta a apoyarte en ese santo camino.

ESTA ETAPA FUE DEDICADA A TODOS LOS DIFUNTOS QUE LLEVAMOS EN EL ALMA… POR ELLOS, Y POR LAS VECES QUE LO GRITARON:

¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA!

En quince días volvemos a encontrarte en cada sonrisa, en cada abrazo, en cada mirada cargada de ternura… No olvidéis peregrinos que lleguéis de donde lleguéis esta siempre será vuestra casa, estos caminos no tienen dueño, estos caminos tan sólo hay que llenarlos de romeros con ganas de quererla mucho más!


Yolanda Beneito Soria
Comisión Devocional y Evangelizadora
Asociación Mariana y Peregrina "Tras los pasos de Juan Alonso"

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