Cuenta la tradición oral, heredada de padres a hijos, que en la noche del once al doce de agosto de 1227, un pastor natural de la Villa de Colomera y llamado Juan Alonso de Rivas, se encontraba guardando un rebaño de ovejas en las cercanías de un cerro denominado "de la Cabeza".
Llevaba algunas noches escuchando el tañir cansino de una campana, campana que despertó su curiosidad a la vez que un lógico temor por lo desconocido, y en dicha noche decidió subir a la cumbre santa, encontrando en un tabernáculo la imagen sacratísima de la misma Madre de Dios.
Ante tal hallazgo, el pastor no pudo por más que arrodillarse implorando a tal celestial Señora tales favores hacia su persona recibidos, y la Virgen ante tal muestra de devota fe, pidió al pastor que bajase a Andújar, Ciudad más cercana, y diera noticia de lo acontecido para que la misma viniera a postrarse ante Ella y su santo hijo Nuestro Señor, y así construir un templo en donde y según su propia voz......"se obrarían portentos y maravillas".
La historia, los milagros innumerables, sus renombradas y afamadas cofradías, las diversas bulas pontificias que a lo largo y ancho del tiempo la han honrado a Ella y a su venerada Hermandad Matriz, "las gentes venidas de cerca y de lejos", han convertido a ésta imagen de María Santísima, en claro referente iconográfico de la fe y devoción más sentidas popularmente, siendo Ella y la cumbre santa de la Cabeza, "famosa en el mundo y célebre en España, sobre cuántos lugares las más extendidas memorias se acuerdan".